Mientras veo que los alcatraces han vuelto a volar en el cielo del Caribe, aprovecho la visita privada que me hacen mi corazón y mi conciencia para conversar con ellos tomándonos un café. A juicio del científico, «el gran cambio va a ser la aceptación por la parte social de los robots en determinados ámbitos como hemos aceptado los móviles o los ordenadores». Después cada uno tiene su opinión y el derecho de pensar, pero nunca he sido una persona que dice cualquier cosa, sino las cosas como son.